Intenta que Estepa dé marcha atrás en su decisión

Serra, a la desesperada

A la desesperada, Lorenzo Serra Ferrer trata de no quedarse en completo fuera de juego en Mallorca. O sea, de subirse al barco del Betis. Tal posibilidad es realmente difícil en estos momentos, después de que Estepa le comunicara al de Sa Pobla que se acabó la espera. No obstante, Serra no tira la toalla. Aún confía en que el administrador judicial recapacite y dé marcha atrás. Y, ciertamente, todo es posible.

El balear está haciéndole ver al club que su desembarco el 1 de julio será real, que en esa fecha se encontrará libre de ataduras para ponerse a trabajar en cuerpo y alma en el Betis. Sus intentos son a tumba abierta, pues la negativa del administrador fue razonada y contundente. Estepa sabe que el aterrizaje del que fuera entrenador va a levantar polvareda, que es lo que menos necesita el club en estos momentos. Y, además, en una entidad ya de por sí judicializada, no quiere que uno de sus altos cargos ande inmerso en pleitos de envergadura. 

Para que se produzca el cambio de parecer, median personas de la máxima confianza de Serra y con hilo directo con el consejo, si bien tal conexión ahora mismo no es garantía de nada, pues el nombre del balear está provocando un cisma y existe una tremenda división al respecto.

El volantazo dado por el consejo es monumental. Se ha empezado a crear una estructura de trabajo ideada por Serra y ahora el que no estará es el propio Serra. No hay quien lo entienda. Mientras, Julio Cardeñosa espera acontecimientos. No hay una sola idea clara. Puede ocurrir que se le dé una última oportunidad a Serra, que se nombre rápido a Cardeñosa o que se active una tercera vía. Seis meses lleva el Betis sin director deportivo y en pleno mes de junio aún no se sabe quién será el elegido.

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