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Su futura despedida genera división de opiniones

Rakitic: ¿puerta grande o gatera?

18/06/2014 · Redacción

La marcha de Rakitic no está dejando indiferente al sevillismo. Una controversia veraniega se ha abierto en torno a la forma ideal de despedir al croata, si con todo el calor del club, o por el contrario sin más aprecio que el reconocimiento a su gran contribución y nada más. En este último caso, sobraría cualquier acto en el Sánchez Pizjuán.

La división es total no sólo entre la masa, sino incluso dentro del propio club. Las dos corrientes están perfectamente definidas. La más sosegada piensa que ha llegado la hora de aparcar cualquier malestar con un jugador que dijo ni más o menos lo que suelen decir todos... hasta que aparece la gran oferta, en este caso del Barça. Y que además ha contribuido a dar más grandeza e ingresos al Sevilla. La elegancia con quien tanto dio debe ser norma de estilo. Ciertamente, visto desde este punto vista, poco hay que reprochar a Rakitic.

Pero hay otra visión, más visceral, que si bien no se ensaña con el croata sí es partidaria de la frialdad en el adiós y no de abrirle a Rakitic las puertas del Sánchez Pizjuán. El jugador quizás se dio demasiados golpes de sevillismo. Manifestó su deseo de seguir muchos años vinculado al club. Dio incluso su palabra al presidente Castro para firmar el contrato. Pasaron los días y su hermano lo que en realidad dio fue una larga cambiada. Tanto Rakitic como su hermano faltaron a la palabra dada y en ningún momento su comportamiento estuvo acorde con el cariño que dijo sentir por el Sevilla. El primero de este amplio club de 'indignados' es el presidente Pepe Castro.

No obstante, con el paso de los días, lo normal es que todo se calme y el club ofrezca la oportunidad a Rakitic de despedirse de la afición. Dos figuras de peso como Monchi y Emery ya han dejado claro su parecer. En el club se está más por la labor de darle normalidad a la salida. La idea es que sea sencilla y en la sala de prensa del Sánchez Pizjuán. En este sentido, el calor con el que se está refiriendo el Sevilla al croata (encendidos elogios en la web oficial, las declaraciones de Emery y Monchi...) invita a pensar que las negociaciones con la familia Rakitic han debido ser beneficiosas para la entidad. De lo contrario, casi seguro que se hubiera actuado de otra forma. Después del Mundial llegará el momento. Hay ganas de quedar bien y no de abrir tensiones. Lo normal es que todos se miren a la carita, se aparque cualquier enfado y que Rakitic pueda decir adiós en la que fue su casa, aunque sin demasiada trompetería.

 

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